Beppu Nagisa || ID

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Jue Mayo 04, 2023 10:56 am






Beppu Nagisa





Beppu Nagisa || ID QP114aor_o




Quisiera no hablar tanto sobre vivir, quisiera tener más en claro que voy a decir…¿Qué te iba a decir? Ah, sí, que cuantas cosas hago para olvidarme que voy a morir.



Edad: 17 años.

Género: Masculino.

Ocupación: Estudiante de bachillerato global.

Pandilla: Tokyo Manji Gang.

Beppu Nagisa || ID StowQhyC_o

PB: Rei Sakuma - Ensemble Stars!!











Historia


El único recuerdo de su padre que hasta el día de hoy conserva, impecable en el interminable álbum historiográfico de su memoria, es el de su cadáver. Semejante a una estatua de cera, el hombre yacía sobre la cama matrimonial con la paz de quién pasó de un sueño a otro sin demasiada ceremonia ni consideración por quienes había dejado atrás. El sol que entraba por la ventana aquel mediodía se le anidaba en los bucles castaños y caía sobre su cara, proyectando sobre lo saliente del pómulo derecho el triángulo de una nariz que Beppu agradecerá toda la vida no haber heredado, porque para cosas gigantes ya le bastaba con su propia pendejez.

Tiene la certeza de que, después de este descubrimiento, no pasaron otras cosas y que las horas se agolparon las unas sobre las otras. Cuando su mamá volvió del trabajo el canto de los grillos se escuchaba más fuerte que los bocinazos de los autos. La foto mental que se superpone inmediatamente a la cara de su padre es el primer plano de un par de ojos carmín derritiéndose en lágrimas, escurriendo entre pestañas largas, trazando senderos húmedos sobre un par de mejillas que a partir de ese momento empezarían a envejecer muy rápido.

Lo que sigue a eso, más que un recuerdo, es el convencimiento de que después de la cremación el silencio dentro del pequeño apartamento se volvió una entidad permanente y tan densa como el humo que escupen los caños de escape.

Para su suerte, la compilación de instantes en la continuación de su infancia fue bastante menos intensa. Son escasos los fotogramas en dónde no se ve a sí mismo sentado en los pupitres de la Escuela Elemental o acostado sobre su cama, hirviendo a 40 grados de fiebre en un torbellino de infecciones varias.Por aquel entonces para él tener una buena salud se asemejaba más a un objetivo a largo plazo que a un estado corriente, algo extraordinario que solo le pasaba a otros, como  sacarse la lotería o tener amigos.

Aunque de niño jamás se sintió sólo. Es decir, es muy difícil sentirte sólo cuando tienes las paredes de tu habitación forradas de caras conocidas y afamadas que te devuelven la mirada desde todas las esquinas. Porque si hay algo que realmente valora de su memoría fotográfica es lo mucho le ayudó a entender cómo debía ordenar las formas en el papel para representar una persona con más o menos verosimilitud. Para aprender a dibujar, si no te lo enseñan, se necesita referencias y mucho tiempo; dos cosas que por aquel entonces, entre películas, series y una existencia que rozaba la clausura monástica, le sobraban.

De su etapa en la Escuela de Grado Medio lo que mejor rescata, aparte de un boletín lleno de notas mediocres, son las imágenes de distintos momentos compartidos con dos chicos igual de tímidos e incómodos que él. Y si bien todas esas situaciones acontecieron en la misma institución, porque ninguno de los implicados en esa amistad supo jamás la dirección del otro, fue en ese ir y venir de charlas superficiales y risas sueltas que descubrió que estar con gente realmente le gustaba.
Mucho.

Quizás demasiado.

Después de visitar a sus bisabuelos y contemplar con horror  la desorientación perpetua que hechiza a la gente con alzheimer, Beppu hizo de esa condición su miedo más visceral. O al menos así fue hasta que se enamoró, a sus 14 años, y la idea de quedar atrapado en un bucle eterno en dónde solo se reprodujera la primera vez que entró al salón y vió la sonrisa más linda del mundo pasó a transformarse en una fantasía recurrente.
Estuvieron un año juntos, intercambiando secretos, gestos, caricias y besos, hasta que ella tuvo que mudarse y cambiarse de Escuela Superior.

Beppu sabe que ella le dijo a dónde se iba, pero de eso sí que no se acuerda, porque es muy difícil escuchar algo con la cabeza hundida en un pozo de depresión.

A partir de éste punto, y por un tiempo, su memoria falló de muchas otras maneras. La vulnerabilidad le abrió la puerta a las malas juntas y las malas juntas a los excesos. Semejante a una hoja que es arrastrada por un vendaval, Beppu abandonó los estudios y perdió toda autonomía al relacionarse con personas que necesitaban desgraciar a otras para sentirse mejor. Con ellos probó las drogas y confirmó lo manipulable que era, hasta dónde podía humillarse por una palmadita en la espalda, y que el sexo no era como te lo presentaban en las peliculas; que habían miradas que dolían tanto como contusiones, que el miedo tenía un sabor muy parecido al de la bilis y que uno podía sentirse terriblemente solo en un galpón lleno de gente

Para él, la realidad recién recuperó nitidez la noche en la que se enteró que la tos molesta que tenía su mamá no era otra cosa que cáncer de pulmón en su último estadio. La imagen de ella sentada en el sillón, disminuida dentro de su propia piel amarillenta arrugada por la angustia y con un montón de papeles llenos de sentencias cubriendo su falda, es el preámbulo de todas sus pesadillas hasta la fecha.

Quizás dos de las cosas que más detesta de poder recordar con tanto detalle, es que no todas sus memorias alcanzan el mismo nivel de importancia y que nunca tendrá control sobre esa jerarquía. Pocas cosas le despiertan tanta ira como el darse cuenta que la impresión más representativa del día del fallecimiento de su madre, cinco meses después del diagnóstico, es un primer plano en contrapicado bañado de luces frías de la doctora que le dió la noticia.

Hay dolores que son muy difíciles de definir con palabras y que nos reducen a una mínima expresión. Dolores que desfiguran lo que estamos viendo, que lavan los colores del ambiente y ahogan los sonidos; dolores que nos sumergen muy profundo en la oscuridad y que no nos dejan ver más allá de las propias culpas. Dolores con los que uno tiene que cargar, como si fueran una mochila, llevándolos a cuestas con la secreta esperanza de que la vida en un futuro nos dé una chance de resolverlos.

Seis meses después del fallecimiento de su mamá, Beppu recuperó la estabilidad. Sus tíos lo adoptaron, procurando vigilancia y contención. Lo convencieron de retomar sus estudios. Al mismo tiempo que está bajo terapia conductual para dejar las drogas recreativas, se vio obligado a empezar a medicar su ansiedad, depresión y ese cuadro de narcolepsia que afloró luego del entierro. Pudo dejar las malas juntas porque en el momento exacto en el que lo necesitaba, se cruzó con la persona más fuerte y valiente que jamás se imaginó que iba a conocer. Beppu se refugió en la amistad de esta persona, incorporándose en su pandilla y volviendo los objetivos de la Toman los suyos propios.  Hasta el momento no ha tenido el valor suficiente para encarar a sus antiguos agresores, pero sí para romper el chip del celular. Hay quienes lo rastrean por redes sociales, con el impulso ansioso de a quién se le quedó un cabo suelto que, pese a lo insignificante, necesita recortar, pero jamás han intentado otra cosa que mandarle una solicitud de amistad o notificación de seguimiento. Parece que la cercanía que tiene con Mikey es suficiente para disuadir cualquier tentativa de ataque.

En la actualidad las experiencias se incorporan en su cabeza como recuerdos rutilantes y divertidos. Son rayos de luz que se cuelan a través de la bruma que es su cabeza, las presencias que lo inspiran, los millones de meteoritos en los que se convierte la ciudad cuando se recorre en moto a toda velocidad.
No tiene idea de qué hacer con su vida, ni quien es realmente. Lo único que sabe es que a partir de ahora quiere hacer las cosas bien y no volver a decepcionar a nadie.
Sí, no se concibe a sí mismo como otra cosa que no sea un seguidor… pero al menos la estela que persigue ahora es la de una estrella en ascenso.









Personalidad

Puede que su virtud más destacable sea la de no tomarse nada personal.

Es una persona que transita por el mundo con el paso tranquilo y ligero, incapaz de cargar enojos o rencores a largo plazo. Arañando la ingenuidad, su optimismo le permite asumir lo mejor de cada situación y no especular con la intención de ningún comentario ambiguo. Es alguien que prefiere escuchar antes de hablar y preguntar antes de opinar, más interesado en conocer a otros que en darse a conocer.

En cierta manera jamás dejó de ser ese niño que se ríe a carcajadas sin medir la seriedad en el ambiente, torpe como un cachorro que no es consciente de su tamaño, desordenado, impredecible y sincero más allá de lo recomendable. La vergüenza no es algo que le interpele, su valentía se sostiene en esa ausencia de sentido común que no le extiende un solo consejo amigo cuando decide irse de fiesta con una mala decisión.  

Es un chico apasionado que rara vez deja un trabajo descontinuado. Un artista creativo y tan paciente como cabe esperar de alguien que trabaja con óleos y grafito. Afectuoso, cercano y, por sobre todas las cosas, leal a los suyos. Y es a la hora de hacer énfasis en este último punto en dónde las cosas se vuelven difíciles.

Beppu sufre de una profunda carencia en su sentido de pertenencia, lo que le lleva a entregarse a los demás sin medir consecuencias. Lo ofrece todo con tal de conservar un amigo o el buen humor de sus superiores, cediendo permisos sin pensar en las repercusiones a corto o largo plazo. Realmente no le importa que lo vulneren, lo humillen o lo lastimen; todo sacrificio es tolerable si lo que busca es alcanzar un estado superior de bienestar para los otros.
No es inocente, él elige creer y confiar en lo que se le dice. A Beppu le sobra inteligencia, pero en la misma medida carece de la ambición necesaria para hacer de ésta un norte que lo beneficie aunque sea parcialmente.

Tiene una grave tendencia a la evasión y mucho talento para irse por la tangente. Usa el humor como un mecanismo de defensa que desvirtúa los temas y con el cual consigue transformar la tragedia en algo soportable. Es un adicto a esa violencia gráfica extrema que dispara sus  índices de adrenalina y lo mantiene alejado de las drogas recreativas. Inhábil para mirar dentro de sí mismo, le rehuye a los episodios de introspección con la misma velocidad con la que circula en moto por las calles de Tokyo.  Intenta ser consciente de lo que le pasa de manera superficial, eludir la presencia de sus propios dolores y devorar cada una de sus inseguridades.

Condenado a sentirse sólo pese a estar rodeado de gente, de entregarse por completo sin disfrutar del del roce, se integra en la masa sin abandonar los márgenes.  Deja que la corriente lo arrastre, lo golpee contra las piedras y lo escupa en dónde se abandonan las cosas más insignificantes.

Es capaz de recordar todo, pero de interiorizar nada.
De construir sin reparar en sus propias heridas infectadas.
De escuchar activamente sin tomar consciencia de sí mismo.

De estar en cuerpo pero con el alma ausente.  







Stats

Agilidad:  06
Gran presteza a la hora de desplazarse o actuar.

Sigilo:  06
La capacidad de moverse y actuar silenciosamente, evitando ser notado.

Confort Innato:  10
Infundir un natural bienestar en los demás, logrando que se sientan mejor.

Lealtad:  08
Fuerte lazo hacia los suyos, hace al individuo resistente a traicionar o abandonar.

Expresión Artística:  10
Pese a su corta edad, y gracias a su memoria fotográfica, Beppu es un ilustrador hiperrealista. Sabe pintar tanto en digital como en soportes tradicionales. Sus materiales favoritos son el grafito, la carbonilla y los óleos, aunque se defiende bastante bien con su cintiq y  Clip Studio Paint.







Special

Babe, chillax…
Beppu es capaz de hacer Speed Paintings en medios tradicionales como el lápiz o el grafito sobre el papel con el fin de captar la atención de quién esté a su lado. Normalmente hace uso de este talento para reducir el estrés del ambiente, logrando que los demás se concentren en él: ya sea por la velocidad de sus trazos como por su capacidad de resolver un retrato rápido con lujo de detalle.

Expresión artística: +3Confort Innato: +2




Puntos totales a repartir:
Skills:40 puntos para repartir entre máximo 5 skills.
Special move:5 puntos para invertir en 1 special.









Físico

Es una espiga alta, pálida, salpicada de lunares en la espalda, que se encorva ligeramente cuando camina y que oculta bajo los pliegues de su ropa, por norma general tres tallas más grandes, un cuerpo bien definido por el parkour.
Tiene una cara bonita de rasgos afilados aunque no sobresale del estándar. Nariz delgada con puente recto, ojos profundamente rojos y una boca que tira a pequeña. Puede que su característica más sobresaliente sea la longitud de sus colmillos superiores, bastante más largos que sus incisivos frontales y cuyas puntas siempre están reposando cómodamente sobre su labio inferior. Su pelo es naturalmente negro, ondulado, y cae en una melenita despuntada hasta la altura de sus hombros.

Por sobre todas las cosas en este mundo su color favorito es el negro, así que dificilmente se le verá vestir otro tono que no sea ese. Le gusta la indumentaria cómoda y deportiva, remeras de mangas anchas y pantalones holgados de tiro (muy) bajo. También suele usar joyería fabricada en titanio, simple y lisa, como los pendientes apenas perceptibles en sus orejas.

Como curiosidad, que no se ve pero se siente, tiene una relación tóxica con los desodorantes y perfumes de la cual le es imposible desvincularse. Si no sale de casa envuelto en una nube espesa confeccionada en “La máxima frescura”, “Rexona, 72 horas no te abandona” , o similares, no sale.






Extras

Nació el 31 de Octubre de 1998 en Ueno, Tokyo. Su padre era Argentino.

Mide 1,72 y pesa 65 kilos.

Su sangre es tipo B

Por su agilidad y sigilo fue asignado a la tercera división de la Tokyo Manji Gang. Como le debe pasar a muchas otras personas, tiene un crush absolutamente platónico en Mikey. Una confusión que parte de su absoluta e inocente admiración.

Hace pocos meses contrajo el trastorno de narcolepsia tipo 2. Si bien es una condición que le afecta de manera aleatoria durante las horas de vigilia, suele volverse implacable cuando atraviesa momentos de estrés o lo asalta un profundo malestar.

(La narcolepsia es un trastorno crónico del sueño que se caracteriza por una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño. Las personas que padecen narcolepsia a menudo tienen dificultades para mantenerse despiertos durante períodos largos, sin importar las circunstancias.)


Como atributo particular Beppu cuenta con algo que se conoce como “memoria fotográfica”. Es capaz de recordar determinados eventos de su vida con lujo de detalle: los colores, los objetos, la ubicación de cada cosa, las distancias, etc. El problema es que no tiene control sobre eso, es simplemente algo que le pasa cuando ocurre algo que le causa una fuerte impresión (como un aroma penetrante, una textura, una emoción, una sensación, un ruido…), aunque no todas las impresiones se le quedan grabadas. Es una característica de su memoria que ocurre a capricho y ya, sin patrón.

Vive junto con sus tíos y sus dos primas (ambas mayores que él). Pese a estar los cinco apretados en un apartamento pequeño, tienen muy buena convivencia y suelen hablar español entre ellos.

Sus amigos le enseñaron a conducir motos,  aunque obviamente no cuenta con ninguna licencia. Conduce una moto deportiva que antes era de su prima mayor, es un secreto entre ambos de que ella se la regaló.  

Firma todo lo que pinta o dibuja como “Martín”, el nombre que le hubiera puesto su papá si hubiese nacido en Argentina.

Además de japonés y español sabe hablar y escribir en inglés. Actualmente está aprendiendo italiano  por duolingo.

Pocas cosas en este mundo le gustan más que el cine.  Sus películas favoritas de toda  la vida son:  “Carcinoma” ( Marian Dora ), “The Human Centipede 2” (Tom Six) “The Neon Demon” (Nicolas Winding Refn), “Martyrs” (Pascal Laugier),  “Dracula, muerto pero feliz” (Mel Brooks) y  “Lilo and Stitch” (Disney). Su serie de cabecera es “The office” (la versión estadounidense).

Son su lugar seguro cuando se siente nervioso. Suele repetir  algún diálogo de estas  piezas  como mantra para controlar sus niveles de ansiedad o somnolencia.

Su canción favorita en el mundo es “Running Up That Hill”, de Kate Bush, y solía escucharla cuando estaba bajo la influencia del DMT o LSD. Está convencido de que la voz de Kate es muy parecida a la que tenía su madre.

Adora el rap estadounidense y el trap hispano-hablante.

De todas sus adicciones la que más le cuesta dejar (en presente, ya que aún no lo ha podido resolver) es la de la nicotina. Su psicólogo logró que el redujese los episodios de recaída a sus consultas, siendo durante las sesiones el único momento en dónde Beppu puede fumar.
También es una excelente  forma de asegurarse de que el chico no falte a ninguna de sus reuniones.

Si hay algo mínimamente positivo que sacó de su temporada con malas juntas, es que aprendió a hacer beatboxing. Beppu es capaz de imitar una multiplicidad de sonidos e instrumentos de percusión con la boca. Algo que le encanta practicar en los ratos que está solo en el apartamento o de juerga con sus amigos.

Aunque nadie en su casa lo sabe, tiene una rata negra que se llama Poroto (regalo de una amiga muy querida que ahora está estudiando en el exterior). Es muy ordenada e higiénica, así que cuando está escondida en el living (dónde Beppu duerme) es imperceptible y no deja ningún rastro. Sin embargo, lo usual es que viaje con él: ya sea abrigada en su mochila, escondida en los bolsillos de sus abrigos o refugiada en su pelo.




Beppu Nagisa || ID 1zsPA8MH_o

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